Era una noche
de verano muy caliente en Catamarca
Estaba en la
habitación de un hostel con cuchetas
El aire se
cortaba con cuchillo
Desesperado
me llevé el colchón al patio
El calor era
apenas más soportable
Me acosté
Había un
cielo estrellado, bellísimo
Miles de
estrellas resplandecían
Se podía
contemplar la Vía Láctea, las constelaciones
De pronto
aparecieron unas nubes negras y espesas
Esperanzado
me dije, ojalá que llueva
Pero no
llovía
Luego
aparecieron unas nubes rápidas y blancas por debajo de las otras
El cielo
tenía vida propia
Las nubes se
movían frenéticas y en dos direcciones como en una autopista
Se movían
aceleradas, como en cámara rápida
Se
arremolinaban, había una revolución en el cielo
Y yo me
repetía, ojalá que llueva, ojalá que llueva…
Sólo cayeron
un par de gotas espesas
Y las nubes
pasaron de largo
Apenas pude
refrescar unos segundos parte de mi piel
Y todo siguió
igual
Diego
Gallotti
15/6/20 (día 88 de la cuarentena)
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