Ma’
que tanto quilombo.
Comete
tu mondongo,
ponete
los tamangos
y
rumbeá para el bailongo.
Ya
sé que no tenés un mango,
y
vivís en una pieza de burundanga.
Pero
cuando empiece la conga,
se
te va a olvidar el mambo que tenés en la zabiola.
Vos
metele a la milonga,
no
seas abombado.
Que
mientras haya cachengue,
la
vida es dulce como el merengue.
Diego
Gallotti
19/2/2015
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