Estábamos en un hotel frente al río Paraná, en un
torneo de natación.
Un compañero octagenario miró por la ventana y me
comentó:
Sabés que hace más de treinta años estaba cruzando a
nado el río
y en un momento me paré porque había un banco de
arena.
En pocos segundos se empezó a acumular sedimento a mi
alrededor
hasta formar un montículo que me llegó casi hasta las
rodillas.
Salí como pude y seguí nadando hasta la otra orilla.
Ves esa isla en medio del río, me dijo señalándola por
la ventana,
antes no estaba, justo ahí me paré yo.
Desde ese entonces les comento risueño a mis
compañeros,
que Alberto hace varias décadas formó
una isla sobre el río Paraná.
D.G
23/12/24
No hay comentarios:
Publicar un comentario